Mi abuela Escort, la increíble historia de la prostituta más longeva del mundo
El trabajo de escort sigue siendo uno de los más polémicos hoy día. Y es que hay muchas chicas que se dedican a ello, a pesar de todo el tabú que sigue existiendo en torno al sexo como forma de vida. Cada vez son más, de hecho, las jóvenes universitarias que sacan partido a su belleza y su encanto para convertirse en acompañantes VIP y ganar mucho dinero gracias a sus clientes. Ellos suelen buscar a mujeres hermosas y cultas, que tengan saber estar y puedan compartir veladas románticas o incluso viajes de negocios. Pero existen también otras escorts más maduras que se ganan muy bien la vida, gracias precisamente a su experiencia y a ser capaces de conectar mejor con cierto tipo de clientes. Para el que piense que esto de la prostitución de lujo solo es para jovencitas, está muy equivocado.
Las mujeres en edad avanzada también son capaces de dedicarse a este mundillo, con sorprendentes resultados, como se ha demostrado en muchas ocasiones. Estas mujeres son habitualmente prostitutas que han mantenido este trabajo en segundo plano durante toda su vida, y que siguen llevándolo a cabo de cuando en cuando. Con el paso del tiempo, es evidente que ya no podrán presumir de un cuerpo perfecto, pechos turgentes o una piel maravillosa. Sin embargo, su capacidad para entregarse al placer sigue intacta, así como su experiencia a la hora de satisfacer a los hombres. Estas mujeres maduras son muy deseadas precisamente por la forma en la que saben tratar a los hombres, tanto a los que ya tienen una edad como a los más jóvenes. Son conscientes de todo lo que un hombre necesita y no andan esperando que ellos “cumplan” de tal o cual manera en la cama. Simplemente saben muy bien cómo tratarlos y hacerles sentir en la gloria con sus servicios, sea solo acompañando o también con sexo. Una realidad que muchos desconocen, pero que se ha puesto en liza gracias al programa británico My Granny Escort, en el que varios jóvenes muestran la vida de sus abuelas prostitutas.
Sheila Coupe, toda una superviviente
El programa se emite en la televisión británica, concretamente en Channel 4, y tiene un formato de docuserie, con varios capítulos. Aunque hay distintas protagonistas, todas ellas escorts de avanzada edad, la más popular es Sheila Vogel-Coupe, una mujer de 85 años que es considerada la prostituta más longeva del país. Sheila se ha convertido en una auténtica superviviente después de vivir los primeros años de la guerra, todo el conflicto de Guerra Fría y los cambios que Reino Unido ha traspasado en estas décadas. Ella también ha pasado por muchas cosas, desde divorcios hasta enfrentamientos con su familia por su trabajo. De hecho, Sheila es la abuela de una popular cantante que apareció en el programa Factor X. Cuando se descubrió esta relación y todo el mundo supo a qué se dedicaba ella, Sheila cortó relaciones con su familia, que no veía con buenos ojos su oficio.
Prostituta con más de 80 años
A sus 85 años de edad, la protagonista del programa se siente todavía con muchas ganas de seguir disfrutando del placer sexual. Aunque entiende que la pasión que puede implicar en cada servicio ya no es la misma que podía tener hace unos años, la abuelita escort no ha parado de trabajar y tampoco le faltan clientes. De hecho, se puede mantener muy bien con 10 servicios de una hora a la semana, gracias a clientes que llevan con ella muchos años, incluso décadas. Este dinero le ha permitido costearse una vivienda y una buena jubilación, sin el temor a acabar como tantas otras amigas, en una residencia. Además, ha podido permitirse lujos que otras muchas mujeres no pueden ni soñar.
Los achaques, sin embargo, se van notando, y su actividad ya no es tan intensa como antes. De hecho, ha tenido que frenar sus servicios durante un tiempo, según aparece en el programa, por una operación de estómago. Las escorts que llegan a esta edad trabajando deben realizar otro tipo de servicios menos intensos, porque como es natural, su cuerpo tampoco da para mucho más. Aun así, la experiencia que han logrado en todo ese tiempo y la forma en la que saben tratar a los clientes les permiten seguir siendo escogidas por muchos de ello. En My Granny Escort, todas las mujeres que aparecen han tenido una dilatada carrera como prostitutas. Ninguna ha comenzado a hacer esto a avanzada edad, así que saben muy bien a qué se están enfrentando cuando se mantienen en batalla.
Servicios a 300 dólares
Lo cierto es que la vida de estas escorts, al menos las que aparecen en el programa televisivo, son realmente apasionantes. Cuando la mayoría de mujeres a esa edad están simplemente cuidando a nietos y paseando por el parque, estas prostitutas se dedican a satisfacer a todo tipo de hombres. Son mujeres que han dejado atrás las inhibiciones y se dedican a lo que más les gusta en el mundo, ganando además mucho dinero con ello. De hecho, Sheila puede cobrar 300 dólares por servicio, lo que hace que consiga más de 3.000 dólares a la semana. Y estamos hablando de una mujer que apenas trabaja diez horas a la semana, al menos en este momento. Si llevase a cabo una jornada completa, con más clientes, sus ingresos podrían duplicarse o incluso triplicarse.
Las escorts VIP suelen ganar unas cantidades enormes por servicio, incluso por encima de los 1.000 dólares la hora si eres una modelo joven y célebre. Esa es una de las principales diferencias con el resto de prostitutas. Estas chicas saben que ofrecen algo exclusivo, algo que se sale de lo habitual, por su belleza, su encanto o su forma de saber estar en ciertos eventos. Pero eso hay que pagarlo, y aspiran a llegar a clientes muy poderosos que no tengan problema en gastarse miles de dólares en ellas en una sola noche. No necesitan realizar servicios todos los días, y les basta con tener a unos pocos clientes muy complacidos y capaces de pagar lo que haga falta para disfrutar de su compañía.
El sexo en la tercera edad, un tabú
El programa de Channel 4 está dirigido por Charlie Russel, que reconoce tener un cierto fetiche con el sexo con mujeres mayores. Sin embargo, es habitual que este tema sea como un tabú del que no se habla, totalmente invisibilizado en la mayoría de casos. A cierta edad, las mujeres suelen sufrir de menopausia, que acarrea también, en la mayoría de casos, la ausencia de deseo sexual. Pero esto no ocurre siempre, y todavía quedan muchas mujeres mayores que siguen teniendo ganas de sexo cuando llegan a la madurez. El caso de My Granny The Escort ayuda a descubrir este tipo de casos, aunque de una manera extrema, ya que no se trata solo de disfrutar del sexo, sino de vivir de ello en la tercera edad.